Este cuento por su extension os lo voy a trocear, espero que os guste.
Sueño de una noche de Navidad.
CQ CQ DX DX Tierra.
Este relato esta dedicado a mi familia que soporta este virus tan sano ,que es la Radio.
Gracias a Rosa, Sergio y Ruben
Una noche mas con jaqueca y calor, no podía dormir después de haber leído un libro del año 1978 que hacia referencia a los agujeros negro y ovnis, estuve dándole vueltas a la cabeza sobre los agujeros negros y tubos en la galaxia, me desperté de golpe , no se si por la cantidad de ideas que sobrevolaban mi cabeza o por la red local que acababa de montar, el cable había desaparecido de los hogares, ya no usábamos cables las redes eran todas inalámbricas y a mas de un giga de ancho de banda, y la radio frecuencia de la casa me hizo saltar de la cama.
Me levante a oscuras y entre en el cuarto de las chispas, en los años 80 del siglo 20 definíamos así al cuarto de comunicaciones, el cuarto de la radio por aquello de la nostalgia con la radio a chispa, aunque lo bien cierto es que los equipos en la actualidad tenían pocas chispas, todo estaba enlatado dentro de unas cajas metálicas y conectados a el ordenador personal, todo digital y táctil , además definido al gusto del operador, colores, bandas y modos , todo lo podías dejar a tu antojo, el teclado y los ratones ya no ocupaban sitio en las mesas, eche a un lado un viejo equipo de banda de UHF que estaba arreglando.
Me dedique a escuchar las bandas con el nuevo escáner SDAF (Scanner de Altas Frecuencias), una tarjeta con un conector exterior que esa misma tarde había adquirido por la red , Internet era infalible, en un par de horas me habían entregado en mi casa, era una tarjeta muy elaborada con lo ultimo en tecnología y francamente fácil de manejar.
Empecé por oír las bandas bajas, por probar un poco, solo QRM, ruido y más ruido, ya no las usaba nadie debido al ruido que generaba la tecnología y la atmosfera cada vez más saturada por la contaminación y por la falta de manchas solares. El aparato era capaz de escuchar desde los 50 hercios, casi la frecuencia de la corriente eléctrica, hasta cerca de los 24 gigas hertzios en cuestión de segundos, realizaba una lista de las frecuencias en las que había oído algo, las separaba por señales analógicas, las menos, algún teléfono móvil de algún pobre individuo, que encontraba enlaces en las estaciones antiguas de telefonía celular, ya que habían dejado de mantenerlas las operadoras y la mas en digital, con un toque en la pantalla escuchabas lo que había recibido o por el contrario lo podías grabar en ficheros de audio que posteriormente por software los podías filtrar según calidades y comentarios, características del audio etcétera.
Ciertamente era un invento, me llamo mucho la atención una frecuencia del gobierno, siendo utilizada a estas horas de la madrugada, la información de las frecuencias de uso eran sabidas por todos los amantes de la radio, ya que estaban publicadas en la red, cliqué dos veces y escuche una conversación, estaba encriptada, muy protegida, no había problemas, en Internet estaba todo, esa misma tarde acababa de bajar un soft craqueado para desencriptar cualquier secuencia en formato digital, así lo hice, instalado en mi ordenador funcionaba a las mil maravillas.
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