Era un verano caluroso, junio 1978 del jugábamos en la calle al churro va, a el balón, ya la peonza, en Valencia no había mucho trafico y las aceras eran amplias, el mecánico de la esquina reía al vernos saltar uno sobre el otro, a lo lejos llego Javi con algo en sus manos.
Al observar a mi amigo con aquel aparato en sus manos, tuve que preguntarle que era esa caja con la antena telescópica encima, el me contesto:
-. Es un gualqui talqui, para hablar con mi amigo que esta en su casa.
Estaba hablando con su amigo que vivía dos manzanas mas abajo de donde estábamos, no podía entender, a pesar de estar estudiando electrónica, como podía la señal viajar por el aire y entrar justamente por esa antena y aparecer su voz por el altavoz, uno cuanto tiene catorce años lo quiere saber y entender todo.
Me quede escuchando un poco más.
-... Breiko me escuchas bien? Como me copias , fuuuuuuu (soplido del aparato)
El contestaba colocando delante de su cara el misterioso aparato.
-. Te escucho fuerte y claro dime que ves....
-. Veo a mi madre en la cocina.
Le pregunte si me dejaba uno para hablar con el por la noche, asintió con la cabeza y me dejo el que llevaba en sus manos.
Fue tal mi ilusión que rápidamente lo subí a casa para guardarlo en mi habitación hasta
-. QRZ quien llama en el canal 14, esta es
Conteste en voz baja.
- No me llamo QRZ soy Paco, me escuchas..
Entablamos una larga conversación que duro mas de una hora, todo lo que aguantó las pilas, quedamos en vernos, en vertical así me comento que se decía en el argot de radioaficionado, me dijo en donde podíamos quedar para vernos. Así lo hice a la mañana siguiente, acudí a la cita, la puerta del cine Savoy, ese sábado estrenaban una de Bruce Lee, era la hora prevista y el vendría con un Walkie que tenia de VHF, ya que era radioaficionado con letras, era ECO ALFA.
Observe entonces de lejos a mi vecino, saco de su cazadora un walkie, era el con quien había hablado, dos pisos mas abajo, menuda comunicación a larga distancia.
Hablamos, me llevo a su casa, me enseño sus radios, una de bandas bajas, otra para dos metros, el Walkie Talkie, las antenas de la azotea, y me dio una cartulina que llamaba QSL, servia para confirmar que habíamos contactado, me relleno una del contacto que habíamos hecho el día anterior.
El fue quien infecto mi organismo del virus de la radio, pero lo que son las cosas, el se ha cansado de la radio, tiene en cajas todos sus viejos aparatos de hacer radio, se le rompieron las antenas, que no ha reparado y no quiere saber nada de la radio...
Me entristece pero como el mas de uno se esta dejando esta bonita afición, a otros nos están obligando a que la dejemos. Historias como esta seguro que han hecho florecer en mas de uno la aficion , pero tambien nos cansamos de las cosas.
No hay mal que cien años dure.
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